La pasta de soya, también conocida como harina de soya, es un subproducto que se obtiene del procesamiento del frijol de soya. Debido a su alto contenido de proteína y a su aportación de aminoácidos esenciales, se ha convertido en parte esencial de la alimentación animal.
El 85% del comercio mundial de este subproducto es representado por Estados Unidos, Brasil y Argentina, siendo este último país el mayor exportador a nivel mundial con un 39%. Sin embargo, la sequía que el campo argentino está viviendo, y que ya es una de las peores de su historia; aunado al retraso en las cosechas de Brasil, provocó la preocupación de los mercados internacionales al no tener certeza de si se podría cubrir la demanda que existe actualmente.
Esto también impactó el tema económico y, en febrero, el precio internacional de la harina de soya alcanzó su máximo histórico desde 2014 con 555.61 dólares por tonelada.
Por el momento, las esperanzas están puestas en el mercado brasileño, ya que se ha pronosticado que el procesamiento de soya en Brasil crecerá, esto basado en las inversiones que se han realizado en los últimos años. Durante marzo dichas previsiones se han mantenido, perfilando una campaña récord que podría absorber y superar las pérdidas de la producción argentina y que tendrá impacto en los precios futuros de este subproducto.
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