El Consejo Nacional Agropecuario (CNA) advirtió que se está viviendo una crisis “muy seria” que ha sido ocasionada por la desaparición de programas de coberturas de precios y de la agricultura por contratos.
Por su parte, la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER) reconoció que en el ciclo otoño-invierno los productores sembraron con costos de insumo altos, y que los precios de referencia cayeron 35% para el trigo y 26% para maíz. Esta situación provocaría, según los expertos, un efecto dominó en la economía mexicana.
La producción nacional de ambos granos se estima en 166,000 millones de pesos y al no recibir apoyos que generen precios que hagan rentable la producción, se pondría en riesgo el cultivo del maíz y el trigo para el siguiente año.
Asimismo, se retrasaría el cumplimiento de la meta trazada por el gobierno federal de alcanzar la autosuficiencia alimentaria. Los productores de maíz y trigo han declarado estar en grave riesgo de ir a la quiebra, por lo que han solicitado la intervención del gobierno federal para frenar las consecuencias. Y, ante esta situación, la SADER comunicó algunos planes de acción:
Para los medianos agricultores de maíz y trigo cristalino se negocia un comercio directo para evitar intermediarios y fijar un precio para cubrir costos de producción.
Se establecerá un apoyo extraordinario muy cercano al precio de garantía.
Se apoyarán esquemas de reestructuración para el siguiente ciclo productivo con el fin de que los productores no caigan en cartera vencida.
Se autorizó la compra extraordinaria de un millón de toneladas de maíz blanco en Sinaloa a precios de garantía.
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