La escasez de agua ha provocado una ola de sequías en muchos países de Latinoamérica como Perú, Brasil, Argentina, México y Bolivia. Aunque este problema se viene padeciendo desde años anteriores también en diversas regiones del mundo como Europa y África.
En el caso particular de nuestro país, la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) dio a conocer el mes pasado que más del 50% del territorio mexicano se encuentra en esta situación, siendo Nuevo León, Tamaulipas y Michoacán los estados más afectados.
La preocupación se intensifica, pues este problema representa una amenaza importante por las consecuencias que se tendrían como el aumento de la cantidad de incendios. Pero lo más alarmante es la escasez de recursos alimenticios, ya que la falta de agua generará una serie de impactos negativos en la agricultura mexicana, a continuación lo más preocupantes.
Reducción del rendimiento de los cultivos: Al haber poca agua, que es vital para la agricultura, es posible que muchos de los cultivos no puedan desarrollarse de manera eficiente.
Disminución de la calidad de los productos: Los cultivos pueden ser más pequeños o pueden verse afectados en sus características de sabor y calidad.
Limitaciones de la diversidad biológica: Algunos cultivos no podrán crecer y se afectaría la diversidad de cultivos de ciertas regiones.
Aumento en costos de producción: Los costos de producción serán mayores y el valor monetario del producto final afectará el bolsillo del consumidor final.
Ante esta situación, algunos estados están poniendo en marcha acciones para tratar de mitigar las consecuencias de la sequía y, de igual manera, han solicitado ya la intervención del Gobierno Federal para actuar en conjunto y buscar una solución a este problema que se agrava año tras año.
Comentários